Las plantas de hule son fáciles de plantar y cuidar. Ellas son una excelente adición a cualquier hogar u oficina. Esta planta se desarrolla muy bien en una variedad de condiciones, y es más fácil que crezca demasiado para el lugar que ocupa a que se muera.

Las plantas de hule prefieren las temperaturas tibias. Aunque estas plantas se adaptan rápidamente a las temperaturas de oficinas y hogares, lo mejor será mantener una temperatura de 26° centígrados durante el día, y unos 18° por la noche.

Las plantas de hule requieren de una tierra adecuadamente humedecida, ya que el riego excesivo puede causarle problemas. Para evitar regar demasiado, utilice macetas que se filtren. Si la maceta tiene o está en un plato, tire el exceso de agua del mismo cada vez que riegue su planta.

Para asegurar un crecimiento apropiado, coloque su planta de hule en una tierra comercialmente preparada para transplantar. Transplante su planta cuando ella requiera riego diario, o si llega a ser demasiado grande para el contenedor. Aplique un fertilizante soluble adecuado para plantas del hogar una vez cada dos meses si la planta está expuesta a mucha luz, y una vez cada cuatro meses si está en áreas de media luz.

Con un cuidado apropiado, las hojas de la planta de hule retendrán su aspecto ceroso y brillante. Cuando las hojas tengan polvo, límpielas con una tela suave humedecida. Para quitar manchas difáciles, añada un poco de jabón para las manos al agua que utilice para remojar la tela. Para aumentar el brillo de las hojas, límpielas con una tela humedecida con productos para abrillantar que puede obtener de su tienda de jardinería o invernadero.