Muchos invernaderos ofrecen árboles navideños vivos en maceta. Entre los que se venden se incluyen los de piñón, ponderosa, flexible, enano Alberta, abeto blanco y abeto Douglas.

Estos árboles en maceta son usualmente vendidos cuando ellos tienen entre sesenta centímetros y un metro ochenta. Antes de comprar uno, decida el lugar donde el árbol será plantado después de Navidad. Considere el tamaño del árbol cuando éste alcance su madurez, y el peso del mismo en su maceta. La mayoría de los invernaderos le guardarán el árbol hasta que usted decida llevarlo a casa.

Los dos factores más importantes para tener éxito al plantar un árbol de maceta son no permitir que la bola de raíces se seque y evitar tener el árbol dentro de la casa por mucho tiempo. Siete días en el interior de la casa es el máximo tiempo recomendado, pero cinco días es lo mejor. Muchas familias han desarrollado la tradición de meter el árbol al interior de la casa para decorarlo con adornos navideños durante la noche del veinticuatro y plantarlo en el exterior en el Año Nuevo. Puede ser de gran ayuda hacer el hoyo con anterioridad, ya que el suelo pudiera encontrarse congelado tarde en diciembre y temprano en enero. Guarde la tierra que saque en el garaje o en el exterior en una bolsa negra de plástico para evitar que se congele.

Usted puede mantener el árbol en maceta en el garaje por unos días antes de llevarlo al interior, pero revise frecuentemente la bola de raíces para asegurarse que está húmeda pero no empapada. Después de Navidad, el árbol puede ser colocado nuevamente en el garaje por algunos días antes de trasplantarlo en el exterior. Mientras está el árbol en el interior, decore el árbol con luces pequeñas, las cuales generan menos calor, y colóquelo alejado de fuentes de calor tales como chimeneas, ventanillas de calefacción o televisores.