Para purgar las sales solubles, retire y tire la capa blancuzca y un poco de la mezcla de tierra en la superficie de la bola de raíces. Entre 1,5 y 5 centímetros de tierra pueden ser retirados sin producir ningún daño a la planta. Tenga cuidado de no dañar las raíces.

Retire el platito y ponga la maceta en el lavabo o fregadero, donde el agua pueda drenar libremente. Usando agua tibia de la llave, “enjuague” la tierra llenando con agua la maceta varias veces. Espere a que la mezcla de tierra en la maceta drene bien entre enjuagues. Asegúrese que los hoyos de drenaje en la maceta no estén tapados. En casos extremos de sales excesivas, enjuague la tierra de seis a ocho veces.

Raspe el exceso de sales del exterior y de los hoyos de drenaje de la maceta y del platito. Use agua enjabonada y tibia para lavar el platito y déjelo secar.

Reponga la mezcla de tierra retirada de la superficie de la maceta con una nueva mezcla y riéguela ligeramente. Regrese la maceta a su platito y al lugar original de la planta en su hogar. Riéguela solamente cuando la bola de raíces original se siente seca al tocarla.

Para prevenir la acumulación de sales solubles, lea y siga las direcciones de los fertilizantes para plantas de follaje y del hogar. También, puede colocar la maceta sobre una capa de gravilla en el platito. Esto le permite a la planta drenar bien sin reabsorber el agua que ha drenado por los hoyos de la maceta, la cual lleva altas cantidades de sales.