El tizón del manzano es una enfermedad bacteriana que afecta a los manzanos, los fresnos de montaña y perales.
Los cerezos, los duraznos y otras especies relacionadas NO se ven afectados por el tizón, la cual es algunas veces una enfermedad seria.
El clima primaveral, el cual es templado y lluvioso, anima esta infección. Las abejas y otros polinizadores pueden transmitir el tizón del manzano a otros árbololes durante la polinización. Como resultado, los síntomas, muchas veces, empiezan en las flores, las cuales desarrollan unos pétalos que se ven cafés y blandos.
Es más común observar, en los árboles con tizón, unos nuevos retoños retorcidos o doblados de color negruzco, conocidos como “cayado de pastor”. Las hojas se ponen amarillas, luego cafés y finalmente ennegrecen pero se quedan en las ramas.
Controle el tizón con una combinación de variedades resitentes y poda. El recortar las partes infectadas del árbol siempre es recomendable. La poda puede realizarse durante cualquier parte del año, pero es mejor durante el mes de marzo, cuando los árboles y las enfermedades aún están aletargados. Pode los árboles afectados con tizón cuando los síntomas se desarrollan en la primavera y temprano en el verano. Si tiene que podarlos durante la temporada de producción, cuando la enfermedad está activa, es extremadamente importante sanitizar las herramientas de poda ENTRE TODOS Y CADA UNO DE LOS CORTES.
El control quémico del tizón del manzano es una opción, pero no siempre la más efectiva. El sulfato de cobre puede ser usado antes que las hojas se formen temprano en la primavera. Otro quémico, el sulfato de estreptomicina, puede ser usado cuando los botones empiezan a abrirse. Siga las indicaciones de las etiquetas cuidadosamente.