Los árboles frutales requieren de nutrientes extras para desarrollarse propiamente, por esto, ponga fósforo y potasio en la tierra antes de plantarlos. Las cantidades que usted aplique deberán estar basadas en un reporte de anélisis de la tierra. Tenga en mente que estos nutrientes se desplazan muy poco en la tierra. La aplicación de fósforo y potasio en la tierra de la superficie alrededor de los árboles frutales raramente corrige las deficiencias de estos nutrientes.
Por otro lado, usted puede aplicar nitrógeno en la superficie de la tierra porque se mueve hacia abajo, hacia las raíces donde se lo necesita. El nitrógeno puede ser aplicado tarde en el otoño o temprano en la primavera. En la primavera, el nitrógeno debe ser aplicado antes de que salgan los nuevos brotes. La cantidad que se vaya a aplicar depende en el tipo de árbol frutal y el estado de crecimiento. Los árboles deben ser fertilizados con suficiente nitrógeno para promover el crecimiento anual de las raíces.
Para los árboles que no producen frutos, el crecimiento de nuevas ramas debe de ser entre los 60 y los 90 centímetros ; para los perales, entre los 30 y los 65 centímetros ; para los durazneros, entre los 40 y los 60 centímetros. En los manzanos que producen fruto, esos crecimientos deben ser de entre los 30 y 60 centímetros ; para los perales, entre los 15 y los 30 centímetros ; y para los durazneros entre los 25 y los 45 centímetros.
Un crecimiento por debajo de las recomendadas resulta en una menor cantidad de ramas de producción y menos fruto. Si usted está iniciando un programa de fertilización de árboles frutales tales como durazneros y chabacanos, aplique nitrógeno alrededor de los árboles en proporciones de 362 miligramos por cada 2,5 centímetros de diámetro del tronco. Mida el diámetro del tronco unos 30 centímetros por sobre el nivel de la tierra. Con manzanos o perales, aplique unos 45 gramos de nitrógeno por cada 2,5 centímetros de diámetro del tronco.
La cantidad de nitrógeno necesitado es determinado por la cantidad de crecimiento del año anterior. Si se necesita que el árbol crezca más, incremente la cantidad de nitrógeno. Si hubo demasiado crecimiento, es mejor reducir o eliminar el nitrógeno. Además, es importante mantener estadé sticas de las cantidades específicas de nutrientes que fueron aplicados durante el año.
Los árboles frutales en áreas de jardín pueden recibir una cantidad necesaria de nitrógeno con cada fertilización que se le haga al prado. En algunos casos, los árboles crecen demasiado como resultado del exceso de agua y fertilizantes que reciben de los prados. No aplique fertilizantes con químicos para eliminar maleza porque ellos contienen herbicidas que pueden dañar los árboles frutales. Si se desea que estos árboles produzcan fruto, reduzca la frecuencia de riego y la cantidad de fertilizante aplicados en los prados.
La poda excesiva también estimula el crecimiento excesivo de las ramas, lo cual debe ser evitado.