Los árboles de Australia son sauces híbridos, el resultado del cruce entre el sauce blanco y el sauce de Pekín. Los sauces blancos son nativos de Norteamérica; los sauces de Pekín son originarios de China.
El sauce de Pekín, y su pariente cercano, el sauce globo, son marginalmente fuertes en el área de Denver, pero prosperan mejor en las laderas del oeste si se les proporciona suficiente agua.
Estos árboles tienen muchas de las mismas enfermedades e insectos asociados con muchos de los álamos y otros sauces. Después de un seco y frío invierno, los sauces pueden resentir una muerte regresiva. Es muy común que ellos desarrollen cancros fungosos, tengan flujos del limo causado por bacterias, y otras enfermedades causadas por estrés. Otros problemas que pueden tener son quemaduras de sol invernal, deterioro por tormentas, áfidos y los gusanos de lepidé ptero del otoño.
Algunos distritos de conservación de la tierra en Colorado recomiendan los árboles de Australia por su rápido crecimiento, por su ayuda en el control de erosión, y por su importancia en protección y como rompevientos. Estos árboles pueden brindar la ayuda mencionada si no se les limita la cantidad de agua; y si se les minimiza otros problemas, éstos pueden ser tolerados.
Los sauces en los jardines urbanos pueden tener una lista más larga de faltas que de atributos. Además de los insectos y problemas infecciosos, los sauces tienen sistemas de raíces fuertes e invasivas que pueden obstruir los tubos de desagüe. Ellos son árboles “sucios”, regularmente tirando hojas y ramitas. Aparte de su característica de crecer rápido, la mayoría de los sauces ofrecen poco valor de ornamentación en los jardines. Además, los árboles de crecimiento rápido generalmente tienen vidas cortas, madera frágil y son susceptibles a dañarse con las tormentas.
En áreas urbanas, donde se puede extender el cuidado a una gran variedad de plantas, se depende mucho de los centros de jardinería y viveros para que provean árboles bien adaptados para las necesidades de jardines locales.
