El sitio de un jardín para verduras afectará grandemente su éxito. La cantidad de sol que la zona de un jardín reciba durante el día, el tipo de tierra y otros tipos de factores tienen un papel importante en la producción de dicho jardín.

Las verduras frutales, como los tomates, calabacitas y pimientos, requieren días completos de sol. Las tuberosas, como las zanahorias y betabeles, pueden sobrevivir con medio día de sol; y las verduras de hoja, como las lechugas, son las que más toleran la sombra.

Para determinar la cantidad de sol que existe para cultivar un jardín de verduras y hortalizas, marque las orillas de las sombras una vez en la mañana y otra vez por la tarde. Esto le revelará las áreas que reciben sol completo por seis horas o más.

También considere el contenido de la tierra del sitio para su jardín. Si la tierra no es muy profunda o es muy pesada, los sistemas de raíces no se desarrollarán bien. Evite plantar cerca de las raíces de los árboles ya que las verduras competirán con los sistemas de raíces ya establecidas de los árboles y arbustos. Asegúrese que la tierra drena bien. El agua encharcada después de las lluvias afectan el crecimiento de las verduras/hortalizas, y el agua extra de las lluvias tendrán que ser desviadas del jardín.

Bien se sabe que el movimiento de aire por el jardín es importante, evite plantar su jardín en áreas de mucho viento donde éste puede secar o quebrar las plantas. Es bueno plantar su jardín cerca de barreras contra el viento, verjas o arbustos que puedan proteger sus verduras en el jardín. Elija un área cercana a la fuente de riego, por conveniencia. Plante su jardín de vegetales/hortalizas donde pueda ser visitado frecuentemente para monitorear sus plantas y evitar las pestes.

Mucha gente planta sus vegetales entre flores y otras plantas en lugar de hacerlo en un lugar dedicado a las verduras; lo hacen porque las verduras son plantas que también son atractivas.