La corriente sequéa ha revivido el interés en el uso de Polímeros como aditivo para la tierra para reducir los requerimientos de riego en los prados. El término “polímero” cubre un terreno muy amplio. Los cristalinos Polímeros promocionados para ser usados en los prados son más conocidos en forma de fécula (los cuales duran un año más o menos) o en forma de poliacrilamide (de larga duración).

Un estudio en el área en la Universidad Estatal de Colorado (CSU por sus siglas en inglés) realizado temprano en los años 90 no pudo encontrar ninguna ventaja en el uso de Polímeros de poliacrilamide como aditivo para la tierra. Ellos no permitieron el mantenimiento de prados verdes con menos frecuencia de irrigación ni menores cantidades de agua, ni retardaron el inicio de adormecimiento cuando se dejó de regar. Además, el prado adormecido no reverdeció más rápidamente cuando se reinició el riego. Estas conclusiones se mantuvieron como ciertas aun cuando altos porcentajes fueron usados. Las municipalidades, campos de golf, u otros usuarios de Polímeros han llegado, por lo general, a las mismas conclusiones en cuanto a su efectividad en áreas de césped.

Algunas compañías que mercadean estos materiales para paisajes ya en existencia inyectan los cristales Polímeros en la tierra. El equipo de inyección por lo general hace un excelente trabajo de aireación y cultivo, lo que lleva a los consumidores a creer que los Polímeros son la razón por el incremento de la cualidad del prado. La aireación de la tierra incrementa la fuerza de las raíces y la filtración del agua. Esto incrementa la eficiencia del uso del agua y, ultimadamente, aumenta la cualidad del césped.

Se tiene que hacer notar que el uso de los Polímeros de tipo cristal en canastas colgantes y en algunos contenedores para plantas puede reducir significativamente la frecuencia y/o la cantidad de agua que se necesita para mantener las plantas saludables.