Los mantillos son unas adiciones útiles para los paisajes por varias razones. Muchos desperdicios de plantas pueden ser reciclados como mantillos orgánicos que ayudan a las plantas, en varias maneras, a crecer.
Los mantillos reducen el crecimiento-de-maleza alrededor de las plantas. Los mantillos orgánicos, tales como astillas de madera, deben de ser de unos 7 a 10 centímetros de grueso para que sean capaces de evitar el crecimiento de maleza. El mantillo orgánico eventualmente se descompone, mejorando la tierra, lo cual significa que usted necesitará reemplazarlo después de algunos años.
Los mantillos ahorran agua en los jardines porque reducen la evaporación de agua de la superficie de la tierra. Los mantillos inorgánicos, tales como rocas, también pueden ayudar a retener la humedad. Los mantillos también mejoran la penetración del agua y minimizan el encostramiento de la tierra.
Algunas personas prefieren usar tela para paisajes hilada o tejida debajo de las astillas de madera o grava. A diferencia de las telas sólidas plásticas, las cuales ya no se recomiendan, aquellos materiales promueven la interacción entre aire y agua en la tierra.
Los mantillos también controlan la temperatura alrededor de las plantas. Los mantillos orgánicos son más frescos que los mantillos de rocas bajo el sol. Las rocas absorben y almacenan el calor por largos periodos, re-irradiando el calor hacia las plantas.
Los mantillos orgánicos son muy usados para alterar las temperaturas de otras formas. La aplicación de mantillos al momento de plantar mantiene la temperatura por arriba del punto de congelación, lo cual protege los transplantes durante el otoño y provee períodos más largos que permiten el crecimiento de raíces justo antes de la llegada del invierno.
Para proteger las plantas del peso y sequía del invierno, aplique mantillos después que el suelo esté congelado. Este proceso protege los bulbos pequeños al dilatar su crecimiento en la primavera hasta que el clima es tibio y más tranquilo.
Un mantillo ideal no se compacta fácilmente, permite el movimiento del agua y aire hacia y desde la tierra, y se descompone lentamente. Además, el mantillo ideal no tiene malezas, es atractivo, no se volatiza, ni corre el riesgo de incendiarse.