Los jardineros exitosos de Colorado aprenden cómo sacar ventaja de las características favorables de nuestra tierra y cómo mejorarla por medio del cultivo apropiado.
Lo más importante que se le debe añadir a cualquier variedad de tierra de colorado no es fertilizante sino un tipo de abono preparado con materiales orgánicos como compost, turba (abono de campo) y abono animal.
Para abonar orgánicamente la tierra, añada una capa de dos pulgadas de material orgánico sobre la tierra y mézclela en las cuatro o seis pulgadas de tierra superiores. Añada cuatro yardas cúbicas de abono orgánico por cada área de 1,000 pies cúbicos de tierra.
Los suelos arcillosos guardan el agua y son fértiles naturalmente pero tienen la tendencia a compactarse, lo que dificulta el crecimiento de plantas. El añadir materiales orgánicos afloja ligeramente la tierra compactada para dar cabida al aire, el cual es necesario para el desarrollo de raíces.
En los suelos arenosos se filtra el agua libremente, proceso que elimina los problemas creados por exceso de riego. Pero, algunas veces las plantas en tierras arenosas no reciben agua suficiente. Los abonos orgánicos añadidos a las tierras arenosas o rocosas actúa n como esponjas que guardan el agua suficiente para que las plantas crezcan. Los materiales orgánicos también guardan nutrientes fertilizantes que, por lo general, faltan en tierras arenosas.
Antes de plantar céspedes, árboles y arbustos, añada materiales orgánicos a la tierra. Donde haya plantéos de plantas perennes y anuales y se cultiven verduras, la tierra puede ser abonada cada año. Para mejores resultados, abone los suelos con material orgánico y regule cuidadosamente la cantidad de agua que reciban las plantas.