Las plantas requieren una combinación apropiada de intensidades y colores de luz para crecer adecuadamente. Muchas otras plantas también requieren un número determinado de horas de luz para crecer y florecer. Una combinación de la luz de una lámpara blanca fluorescente y la de un foco incandescente es lo mejor. La luz incandescente debe de ser el 30 por ciento de vatios (watts) requeridos, y el tubo fluorescente debe proveer el 70 por ciento restante. De manera alternativa, use focos designados especialmente para plantas tales como Agrolite, Vitalite, Gro-Lux u otros.
La luz en la mayoría de las casas no es lo suficientemente brillante como para cultivar apropiadamente plantas en el hogar. Aunque, algunas plantas prosperan en condiciones de luz baja si se les mantiene alejadas de esquinas oscuras. Entre las plantas que pueden sobrevivir en lugares de poca luz tenemos la madreperla, el pimentero, los helechos, la sansevieria y algunos filodendros. La mayoría de las plantas necesitan luz adicional para sobrevivir en un hogar regular. Las plantas longevas pierden un gran número de hojas cuando no hay una cantidad apropiada de luz. Las hojas que crecen bajo condiciones bajas de luz son, por lo general, más pequeñas y delgadas que las que crecen en condiciones normales, pero son hojas aclimatadas a situaciones de poca iluminación.
Las luces comerciales para plantas y lámparas caseras pueden proveer, imitando, la luz que normalmente se obtiene en las ventanas del norte durante el día. Este tipo de luz es adecuada para la mayoría de las bromeliáceas, crásulas, algunas suculentas, plantas cebra, plantas araña, vid canguro, diefenbaquia, varias carnosas y algunos helechos. Entre nueve y diez horas de luz es lo más adecuado para la mayoría de plantas del hogar.