La polilla Molinero, una larva madura de los lepidé pteros nocturnos, es una plaga común en Colorado.
Estas polillas son, generalmente, de un color gris o marrón con dos manchas claras, características de esta especie, en cada ala. Ellas pueden ser extremadamente fastidiosas si llegaran a introducirse en los hogares o autos, pero no se reproducen en interiores ni comen ropa. Además, por lo general mueren en unos cuantos días.
Estos insectos pasan el invierno como larvas, bajo tierra, principalmente en los campos de alfalfa y trigo del este de Colorado. En la primavera, las orugas emergen para alimentarse y terminar su ciclo de vida. Las polillas emergen en mayo o junio, la mayoría de las cuales salen durante un periodo muy corto.
Las polillas emigran hacia las altas elevaciones de las montañas en busca de alimento, cruzando las áreas densamente pobladas del estado. Si estos insectos llegan a las montañas, ellos, por lo general, se quedan ahí hasta fines del verano o temprano en el otoño, cuando regresan a las porciones del este del estado. Las migraciones del otoño son más pequeñas y menos frecuentes que las migraciones de primavera.
Los expertos creen que las polillas se distraen de sus pautas normales de vuelo por las luces de las zonas urbanas -luces de porches, lámparas de seguridad y por el alumbrado público.
Los insecticidas no son efectivos para controlar estas plagas. Las mejores opciones para controlar las palomillas son: sellar las entradas de los hogares, reducir el número de luces nocturnas y vigilar la entrada y salida de personas para prevenir que los insectos entren.
Una vez dentro del hogar, las polillas pueden ser controladas con un matamoscas o con una aspiradora. El suspender una luz sobre una cubeta de agua durante la noche puede ayudar a atraparlos. Otra cosa que se puede hacer es esperar a que los insectos mueran solos en cuestión de días.
Recuerde que, aún cuando estos insectos son fastidiosos, no representan ningún peligro para las personas, plantas, ropa o telas.