El gusano barrenador del álamo, con su cabeza marrón, se ha extendido a todo lo largo del Frente Montañoso de Colorado. Los gusanos, o larvas, devoran las nuevas hojas de los álamos durante el mes de mayo y temprano en junio. La buena noticia es que las avispas que emergen de estos gusanos tan solo viven por un mes cada año y son relativamente fáciles de controlar.
Las larvas se pasan el invierno en sus capullos bajo tierra, en la base de los álamos previamente infestados. En la primavera, las larvas se transforman en crisélidas y emergen las avispas. Las adultas son pequeñas y no pican y salen en días soleados poco después de que los brotes de los árboles revienten. Ellas, rápidamente se reproducen y ponen sus huevos en las hojas nuevas.
Los huevos se revientan y los insectos se alimentan, produciendo pequeñísimas perforaciones en las hojas. Al crecer las larvas, ellas comen secciones de la hoja e inclusive llegan a comerse la hoja entera, dejando tan solo el esqueleto de la misma. Una infestación grande puede deshojar el árbol entero. El daño disminuirá rápidamente en dos o tres semanas después que los huevos hayan reventado y la larva haya madurado. A mediados de junio, ellas bajan a la tierra y se encuevan donde permanecerán hasta que emerjan la próxima primavera.
Las avispas son fáciles de controlar, aún cuando la infestación sea severa. Es importante aplicar pesticidas de manera apropiada, y a tiempo, tarde en mayo, cuando las larvas de las avispas aún son pequeñas. Un chorro fuerte de agua es capaz de remover mucha de la larva de los árboles, lo que previene más daño. Los jabones insecticidas en aerosol también mata las larvas. La mayoría de los insecticidas para jardín también son efectivos, excepto los tipos de aerosol Bt.