El cancro es una enfermedad fungosa que causa cancros en las ramas y en los troncos de varias especies de árboles y arbustos, inclusive el álamo temblón, el álamo de Virginia y otros álamos, abeto falso, manzano, cerezo, abedul y arce plateado. El cancro es, posiblemente, más reconocido en el álamo temblón porque la decoloración anaranjada producida por el cancro contrasta con el blanco de la corteza de estos árboles.
Los síntomas no son limitados a la coloración anaranjada en la corteza. Se observan también áreas en el tronco y ramas con coloraciones amarilla o anaranjado-café e inclusive negra. Muchas veces, un líquido es secretado del álamo temblón y una sustancia pegajosa es supurada de árboles de durazno y cerezas. Los cancros se introducen en las áreas muertas de la corteza con granitos negros del tamaño de la cabeza de un alfiler. Los granitos son estructuras reproductivas de los hongos. Bajo condiciones húmedas, las masas de esporas pueden secretar los granitos en zarcillos largos, enredados y anaranjados.
En el abeto falso, los síntomas son algo diferentes. Busque áreas hundidas, rodeadas por callos hinchados, dé ndole un aspecto de agalla. Este cancro es anaranjado en el medio y rodeado de un área de supuración de un ceniciento color gris violeta.
Este cancro puede debilitar la planta anfitriona, facilitando el ataque de otras pestes. Eventualmente el cancro mismo puede matar la planta afectada.
Las especies de hongos que causan el cancro son patógenos dé biles y solo atacan árboles ya estresados. El origen del estrés incluye daños materiales a las raíces causados por construcción, por el hilo de la recortadora de pasto, tierras ultra compactas, sequéa, enfermedades por hongos en las hojas o descuido en general. El cuidado apropiado para los árboles recientemente transplantados es esencial para prevenir el cancro.
Una vez que la infección ocurre, el mejor tratamiento es incrementar la fuerza de la planta y su limpieza. Retire las ramas infectadas, asegurándose de desinfectar sus herramientas después de cada corte. Si el cancro es un problema recurrente, replante el área con especies resistentes. Entre los árboles que no se enferman con el cancro se incluyen pino, enebro, almez y arce.
Para “Transplante de árboles y arbustos”, refiérase al mensaje 1717.