¡Qué hermosas son las rosas! Por lo general, la belleza de estas flores justifican el arduo trabajo que ellas necesitan. Pero, estas plantas son susceptibles a una variedad de enfermedades, aunque, hay rosales resistentes, tales como las especies de arbustos, los cuales son practicamente libres de enfermedades. Si usted es un jardinero al que no le gusta “ensuciarse”, los rosales resistentes son para usted. Si a usted le gusta sembrar, entonces usted tal vez prefiera los híbridos rosales de té.
La variedad híbrida rosa de té es susceptible a varios tipos de enfermedades causadas por hongos y una causada por virus. Entre las enfermedades causadas por hongos se incluye el oídio (powdery mildew), que se presenta como una mancha de polvo blanco en la superficie de las hojas y produce un enrrollamiento de las mismas; roya (rust), una enfermedad que produce unas pequeñas manchas amarillas en la parte superior de las hojas (si se voltean la hojas se verá n unas ampollas de esporas entre rojas y anaranjadas); y mota negra (black spot), una enfermedad seria que ocurre solamente bajo condiciones mojadas o muy húmedas que causa manchas redondas negras en las hojas, seguidas por el amarillamiento y posterior caída de las mismas.
La enfermedad causada por virus es conocida como mosaicos foliares de rosal. Esta enfermedad afecta solamente a las rosas producidas por injerto. Raramente se presenta en plantas de raíces propias. Entre los síntomas se encuentran hojas moteadas de manchas entre gris y amarillo. Algunas veces, unos anillos amarillos o lííneas onduladas aparecen en las hojas verdes.
La mayoría de las enfermedades de los rosales se pueden controlar con prácticas simples de mantenimiento. Elija variedades resistentes de rosales. Evite plantar plantas enfermas. Siempre plante sus rosales en tierras de buena filtración, con mucho sol y buena circulación de aire. Evite la irrigación elevada, y quite y destruya las hojas enfermas durante la temporada de crecimiento.