La mahonia es, probablemente, una de las plantas más útiles existente para los jardineros de la región ya que crece exitosamente en casi cualquier tipo de situaciones. Esta planta nativa crece abundantemente en las faldas montañosas e inclusive en las mismas montañas. Algunas especies han sido parte de nuestros paisajes regionales por millones de años y puede ser catalogada como una de los “fósiles vivientes”. Varias especies han sido descubiertas como fósiles en el Oligoceno de Creede y Florissant.

En nuestros paisajes modernos, la mahonia se distingue por ser una de las pocas plantas nativas clasificadas como perennes de hoja ancha. ésta es una planta para todas las temporadas, con un follaje que dura mes tras mes. La mahonia es la adición perfecta para el jardín, especialmente cuando se necesita una planta resistente y durable que no requiere cuidados extensos.

La mahonia es un arbusto de bajo crecimiento. Crece de 15 a 30 centímetros de alto, pero la altura puede controlarse podé ndola, proceso que anima la planta a llenarse más en su anchura. Las ramas recortadas son muy útiles para hacer coronas navideñas y arreglos. El fresco follaje aparece en la primavera, seguido por flores amarillas que finalmente dan paso a bayas azules, las cuales son usadas para hacer mermeladas.

Siembre esta planta en lugares soleados o sombreados; en realidad no es muy delicada. Una vez establecida, la mahonia requiere de muy poco agua. Unos recortes ocasionales la mantendrán dentro de límites.