Temprano en la primavera, tan pronto como la tierra puede ser escarbada con facilidad, es el mejor tiempo para transplantar árboles y arbustos en el jardín. Los transplantes mueren con más facilidad si son transplantados tarde en el verano o temprano en el otoño, especialmente las coníferas.
Trate de mover árboles solamente si su tronco es de menos de 2,5 centímetros, y arbustos pequeños solo si no hubiera ayuda profesional a la mano. El obtener una bola de raíces, firme e intacta, al remover un árbol grande o arbusto es difácil para una persona que no tiene las habilidades de hacerlo.
Para transplantar un árbol o arbusto, amarre ligeramente las ramas para que no interfieran con el escarbado. Quite las ramas viejas y largas cercanas al nivel de la tierra. Escarbe una zanja de unos 60 centímetros de profundidad a unos 30 o más centímetros más allá del tamaño de la anticipada bola de raíces del árbol o arbusto. Siempre utilice la pala dando golpes que se alejen del centro de la planta para evitar pegar y quebrar la bola de raíces y, cuidadosamente, vaya cortando alrededor del árbol.
Recorte alrededor de la bola de raíces con una herramienta filosa, cortando las raíces con cortes precisos. Enrolle la bola con una lona y átela con mecate en varias direcciones.
Continúe escarbando cuidadosamente hasta que la bola de raíces se encuentra en un tipo de pedestal. Cuidadosamente incline el árbol y su bola de raíces y amarre la lona en la parte inferior de la bola. Un cabestrillo hecho de lona o amarres fuertes y anchos pueden ser usados para jalar y levantar la planta fuera del hoyo.