Los arbustos necesitan ser podados cada 2-4 años. La poda promueve una planta más abierta, con florecimientos abundantes. El recorte anual de arbustos florales promueve la producción de más flores.
La poda para renovar es la que se hace recortando un tercio de las ramas más viejas, corténdolas lo más cercano a la tierra como sea posible. Este proceso es más fácil de hacer durante los meses de invierno. No quite tantas ramas, para evitar que el arbusto quede zanquilargo y que los nuevos retoños doblen el resto de la planta.
Algunas veces, un arbusto necesita ser podado para reducir su tamaño. Los arbustos que florean en la primavera, como la lila y la forsitia pueden ser podados justamente después de florear. El podarlos tarde en la temporada resultará en la pérdida de botones para la próxima.
Los arbustos que florean tarde en el verano, tales como espirea, carióptera y ajisai necesitan ser podados temprano en la primavera. Estos arbustos florean a partir de los botones que crecen del año corriente.
El esquileo es más rápido que la poda a mano y da una apariencia más formal. Pero, el esquilar puede producir algunos problemas de salud. En arbustos de follaje, el esquileo produce un crecimiento raquítico y no natural. En los perennes, el esquilar puede incrementar la presencia de Ácars e infestaciones de áfidos. No esquile los perennes tarde en el otoño ni en el invierno. El follaje se coloreará marrón debido a la pérdida de agua causada por vientos secos.