En la mayor parte de Colorado, los inviernos pueden tener algunos periodos extendidos templados, secos y ventosos. Los tibios inviernos sin nieve les gustan a la gente, pero causan sequéas invernales. Entre los árboles y los arbustos en peligro por dichos problemas de sequéa invernal se incluyen los recientemente transplantados, perennes y especies de raíces superficiales como por ejemplo tilos, abedules y arces noruegos y plateados.

Riegue las plantas cuando las hojas se empiezan a caer en el otoño, para que tengan suficiente agua para su aletargamiento invernal. Para las plantas recientemente transplantadas, una aguja de riego puede ser usada con agua a baja presión por un minuto en cada sitio para regar cada grupo de raíces y tierra adyacente. Ponga inyecciones de manera sistemática a unos 30 cm de distancia y a unos 45 cm de profundidad.

Un sistema de aspersores “frog-eye”, pueden ser usados para regar árboles y arbustos ya establecidos. El área de más importancia que se debe regar es desde la orilla de las ramas hasta la mitad de la distancia hacia el tronco, y el área dos o tres veces la distancia desde la orilla de las ramas hacia afuera. Permita que los aspersores rieguen unos 30 minutos a la vez.

Monitoree el clima y las condiciones de la tierra desde noviembre hasta marzo. Generalmente, si pasan cuatro semanas sin nieve, riegue las plantas y árboles nuevamente durante estos meses cuando la temperatura sube por arriba del punto de congelación y la tierra ya no está congelada. Riegue temprano en el día para que el agua se absorba en la tierra antes que las temperaturas bajo cero se hagan presente durante la noche.

Recuerde desconectar y vaciar las mangueras después de cada uso. No active el sistema de aspersores durante el invierno.