Las áreas sombreadas de los jardines parecen presentar las más grandes dificultades, pero con un planeamiento apropiado, preparación de la tierra y mantenimiento, estas áreas pueden transformarse en secciones importantes y hermosas de un jardín. El saber qué es lo que se puede lograr en la sombra es lo más importante, además de saber los requerimientos especiales de las mencionadas áreas.

Las plantas que se desenvuelven muy bien en jardines algo sombreados típicamente evolucionan de especies boscosas, que se desarrollan en bosques de coníferas y caducifolios. Además de su adaptación a la sombra, también se adaptaron a la luz, y a la tierra abonada, algunas veces ácida, de los bosques. La mayoría de las tierras de Colorado son minerales y mucho más alcalinas que aquellas de bosques de humedad moderada.

Para tener éxito con los jardines de sombra, añada a la tierra mantillo o musgo esfágnum para recrear las condiciones preferidas por la mayoría de las plantas de sombra. Escarbe unos diez centímetros de materia orgánica en la tierra. Mezcle la materia orgánica al menos unos veinte centímetros de profundidad en la tierra.

El reacondicionar la tierra es importante, si la sombra es producida por edificios o árboles. Los cimientos de concreto pueden contribuir a que la tierra sea seca y alcalina y los árboles, especialmente aquellos con raíces poco profundas y fibrosas, resequen la tierra del agua y sus nutrientes. Donde haya problemas de raíces, añada una capa de dos pulgadas de materia orgánica y arena sobre las raíces. No añada más de dos pulgadas de materia sobre las raíces porque las raíces más profundas podrían morir por falta de oxígeno.

La humedad es, a menudo, crítica para que un jardín de sombra tenga éxito, pero existen arbustos y perennes resistentes que toleras la sombra reseca. En cualquier caso, un reacondicionamiento generoso de la tierra es esencial para que los jardines de sombra tengan éxito.