Los días relativamente tibios y noches frías de Colorado, fluctuaciones extremas de temperatura y vientos secantes pueden destruir muchas de nuestras plantas perennes.

En general, después de la primera helada fuerte, el follaje de la mayoría de las plantas perennes comienza a morir y marchitarse.  Muchas perennes no sufrirán ningún daño por esto, siempre y cuando usted tenga cuidado al aplicar mantillo. El segundo método es esperar hasta la primavera para retirar el follaje muerto. Siempre tiene que removerse el follaje que ha sido infectado por cualquier parásito o enfermedad para evitar que el follaje desarrolle enfermedades de manchas o problemas con hongos.

La deshidratación es un problema común cuando no hay suficiente nieve durante el invierno. Una capa de mantillo de varios centímetros de grueso ayuda la tierra a mantener la humedad. Los tejidos en las raíces continúan su metabolismo y requieren oxígeno para que este proceso tenga lugar. La reducción del oxígeno en la tierra incrementa la agresividad de muchos patógenos de tierra. Los mantillos que se compactan deben ser evitados.

Se deben regar las plantas al menos una vez al mes si existieran condiciones secas durante el invierno para recargar la tierra con humedad, la que es crítica para que la planta sobreviva.

Sin importar su preferencia en cuanto a cuándo quitar el follaje muerto, ya sea en el otoño o en la primavera, la aplicación de mantillo provee la mejor protección para sus perennes. Existen muchos tipos de mantillos y, sin importar cual elija, existen algunas pautas que usted debe seguir.

Los mantillos realizan un mejor trabajo para insular cuando existen espacios por el que el aire circule. Los mantillos que se compactan y apelmazan durante el invierno pueden causar el desarrollo de moho. Las hojas trituradas de los árboles y ramas de los pinos de la temporada navideña ofrecen una excelente protección. Una composta orgánica muy buena usada como mantillo también es efectiva y puede ser añadida a la tierra como fertilizante en la primavera.

Las perennes establecidas y los bulbos se benefician de mantillos que son aplicados después que la tierra se haya congelado, debido a que los mantillos no permiten que la temperatura de la tierra fluctúe tanto durante el invierno.

El mantillo no debe ser removido tan temprano en la primavera porque, de otra manera, las plantas empezarán a crecer muy temprano. Las plantas ubicadas en el lado sur de las construcciones o paredes emergerán antes que aquellas situadas en otras áreas, pero aquellas pueden sufrir quemaduras con el frío. Algunas perennes pueden se dañadas por el secante viento invernal y sol del oeste. El uso de rejas protectoras puede ser de mucha utilidad en la protección de plantas.