A muchos jardineros les gusta pensar que todo lo que necesitan es poner una perenne en la tierra y olvidarse de ella. Pero, aun las peonías de los jardines de Matusalén, las cuales pueden durar toda una vida humana sin necesitar poda, pueden ser abrumadas por las plantas contiguas o decaer con el tiempo. Otras perennes, tales como la aguileña o las variedades no orientales de amapolas, son realmente unas gloriosas bienales. Si ellas llegaran a durar más de dos años, considérese con suerte.

El retirar las plantas decaídas y recortar el follaje es tan solo una rutina de mantenimiento que la mayoría de las perennes requieren. Por ejemplo, el recortar las flores descoloridas prolonga dramáticamente el periodo de florecimiento de margaritas y salvias. El recortar las flores decaídas es generalmente un caso de gusto personal. A alguna gente le gusta que su jardín se vea brillante e inmaculado.

Muchos jardines disfrutan de la belleza de las flores con semilla y esperan hasta que las plantas empiezan a verse estropeadas y poco atractivas antes de recortarlas excesivamente. Cuando vaya a recortar las plantas, cuide de no quitar las rosetas elementales o puntos de crecimiento, porque de otra manera la planta pudiera debilitarse o, inclusive, morir.

Los inviernos de Colorado pueden aumentar la belleza sutil de un borde si usted deja los tallos en su lugar hasta temprano en la primavera antes de recortarlos hasta el nivel de la tierra. Un recorte completo en febrero o marzo, con una buena cantidad de abono vegetal o un abono animal ligero, es todo lo que la mayoría de las perennes necesitan para que ellas añadan años de belleza a su jardín.

No vacile en eliminar las plantas que no se desempeñen bien en el lugar donde fueron plantadas originalmente. Un lugar más apropiado puede hacer maravillas para las plantas que no se desempeñan a la altura de lo que se espera de ellas.