Los árboles y arbustos deben ser plantados después de haberles quitado los contenedores, de metal, plástico o fibra, redes, protectores de metal, lonas, mecate o cualquier otro material que pueda obstruir sus raíces. Coloque la planta en el hoyo de tal manera que la parte superior de la bola de raíces está a, o un poquito por sobre el nivel del suelo. Con una navaja, haga unos cortes ligeros por los cuatro costados, de unos seis milímetros de profundidad, sin molestar la bola de raíces principal. Suelte y estire las raíces enrolladas.

Llene el hoyo con tierra suelta, pero no la apisone. Cuando el hoyo está lleno hasta tres cuartos de tierra, añada agua lentamente y termine de llenar el hoyo. Asegúrese de que la parte superior de la tierra se incline en dirección contraria del tronco del árbol. Construya un borde de tierra alrededor del hoyo. Llene el espacio con agua y permita que se filtre completamente. Revise el área para evitar que haya espacios sumidos, rellenándolos con tierra. Recuerde, no apisone la tierra, especialmente después de haberla mojado. Añada de cinco a 8 centímetros de virutas de corteza sobre la bola, pero no cubra completamente el tronco.

Los árboles pequeños no necesitan estacas de apoyo, pero sí estaque los árboles grandes, especialmente los perennes. Coloque estacas paralelas a los vientos predominantes. Use solamente tres tirantes alrededor del tronco. Pase un alambre por los ojales de los tirantes y sujételos a las estacas. El tirante superior deberá encontrarse en la sección donde se encuentre la rama más grande o en la bifurcación principal del tronco, o a unas dos terceras partes de altura del árbol, aproximadamente. Quite las estacas después del primer año.