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1548 – El impacto de regar céspedes y jardines con agua clorada   arrow

Muchos proveedores de agua le añaden cloro al agua para beber para mantenerla limpia para el consumo humano. El cloro previene el crecimiento de bacteria en los sistemas de distribución de agua. Muchos residentes usan agua clorada para regar los prados y jardines.

Si el cloro es añadido al agua para beber para matar las bacterias, ¿qué impacto tiene en los microorganismos que son de beneficio en la tierra? ¿Aniquila también ese tipo de organismos en los montículos de composta?

Los investigadores han encontrado que el agua clorada para beber puede aniquilar los microorganismos presentes en la tierra o en las compostas. Pero, su reproducción es tan rápida que las poblaciones se recuperan en poco tiempo. Bajo condiciones normales, el agua clorada no es una amenaza para las poblaciones de microorganismos.

Una de las razones por las que el agua clorada tiene poco impacto es porque el cloro liga las partículas de la superficie de la tierra. Este hecho inmoviliza el cloro y reduce su habilidad de aniquilar los microorganismos. Los organismos en las capas superiores de la tierra o de la composta pueden ser afectadas por la irrigación pero a manera que el agua se escurre, el cloro disminuye. En un estudio, los investigadores encontraron que el agua clorada a 5 partes por millón aniquiló organismos tan solo en una capa de 1,27 cm de tierra. Los organismos a más de 1,27 cm de profundidad continuaron con vida.

La cantidad de cloro en el agua para beber es realmente baja. Para poder aniquilar los microorganismos en la tierra a una profundidad de 15,5 cm se necesitaron 65 partes de cloro por millón. El agua para beber usualmente contiene cantidades mucho más bajas de cloro. Por ejemplo, el agua de los Servicios de Colorado Springs contiene entre 0,05 y 0,90 partes de cloro por millón, 70 veces por debajo de los límites.

Los microorganismos se reproducen rápidamente. En un estudio, los investigadores aplicaron continuamente agua altamente clorada a la tierra por 126 días. Dos días después que dejaron de hacerlo, las poblaciones de microorganismos en la tierra había regresado a los mismos niveles de antes del tratamiento en todos los niveles de la tierra.